El corazón de una persona debe fluir entre sus padres, hermanos y amigos. A través de esto, esperamos conocer gente, ganar sus corazones y ser más felices. Una persona verdadera es aquella que abre su corazón y cambia su corazón con los demás. Por otra parte, si cierra su corazón y cae en sus propios pensamientos, su mentalidad se vuelve más débil.
La mayoría de los que se suicidan son los que cierran los corazones y caen en sus pensamientos. La persona más mal es la que estaba encerrada dentro de sus propios pensamientos. Si abrimos nuestros corazones y somos capaces de aceptar de otras personas sus corazones podemos ser felices y hacer felices a los demás.
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